jueves, 17 de febrero de 2011

Conclusiones

Síndrome Patelofemoral, ¿eso que es?...
Pues es el diagnóstico que me ha dado el traumatólogo. Básicamente, y para entendernos, es que tengo la rótula desalineada, y hace que se me inflame el tendón rotuliano por el rozamiento.
Me ha mandado unos ejercicios para fortalecer el cuádriceps, y con ello conseguir que la rótula se alinee en su sitio, además de un tratamiento de tres semanas de antiinflamatorios y unas radiografías de la rótula y miembros inferiores.
Hasta el día 4 de marzo no vuelvo al traumatólogo, así que hasta ese día voy a estar haciendo los ejercicios estos y poco más, si acaso algún día iré a nadar y quizás algo de tren superior en gimnasio.
Finalmente tengo casi decidido que no voy a ir al Ironman de Regensburg. Los motivos son claros, pero voy a repasarlos para que yo mismo vea que es la mejor decisión.
El 20 de agosto del año pasado me apunté con toda la ilusión del mundo al Ironman de Regensburg. Sería mi salto al triatlón de larga distancia.
Faltaba poco para el objetivo de ese año, que era el Campeonato de España de triatlón en grupos de edad, el día 28 de agosto, en Pulpí (Almería). Fui y me salió el mejor triatlón de la temporada, quedando el 57º de mi grupo de edad.
Después decidí dar por finalizada la temporada, me quedaba poco mas de mes y medio para casarme y tenía que pensar en la boda. De todas formas no tenía intención de parar de entrenar, sólo bajar el ritmo y no realizar competiciones.
El primer imprevisto llegó el 13 de septiembre, contractura en el soleo de la pierna derecha, no podía ni andar, y para cuando conseguí recuperarme de la lesión ya estaba metido en octubre y evidentemente no tenía tiempo ni ganas de entrenar con todos los preparativos de la boda.
Decidí comenzar a entrenar cuando volviera del viaje de novios, y así fue. El día 1 de noviembre llegamos Marga y yo de nuestro viaje, y el día 2 ya estaba entrenando bajo el mando de Juan de la Torre. Decidí que me entrenara por el reto que me había propuesto para este año. El Ironman.
El mes de noviembre fue estupendo, entrenos suaves y totalmente aeróbicos. Llegó diciembre y nos apuntamos, como ya llevábamos dos años, al Triatlón Indoor de Torremolinos. Fue el día 12 de diciembre, y me salió bastante bien para mi momento de forma, ya que rebajé el tiempo de los años anteriores.
Pero a partir de ese día comenzó el calvario de la rodilla. En la semana anterior al triatlón indoor, un día me noté un dolor en la rodilla, pero no le di mucha importancia. El triatlón lo hice sin dolor, pero sería gracias al ibuprofeno. A la semana siguiente decidí ir al fisioterapeuta a ver que ocurría, por que no se me iba el dolor, y desde entonces hasta hoy llevo sin entrenar.
Varias citas con mi médico, con Bea (la novia de Juan de la Torre que es médico en el Hospital 12 de Octubre de Madrid), varias sesiones de fisioterapia, y la rodilla mejora pero muy poco. Ahora, y quizás tarde por que no me puse muy pesado, mi médico me deriva al traumatólogo y me da este diagnóstico.
Al principio de la lesión me lo tomé peor, hasta me cambió el humor, y es que daba la casualidad que en diciembre del año pasado y enero de este año he estado de vacaciones y no he podido entrenar nada...
Ahora me lo tomo mejor, con resignación, pero mejor. Pienso en recuperarme y no en cuando voy a poder volver a entrenar.
Para colmo en diciembre, y sin saber exactamente el tiempo de recuperación ni lo que tenía, me apunté a un triatlón de distancia medio ironman, el Half Ican de Marbella, para hacerlo el día 3 de abril de este año, con tiempo suficiente para luego hacer el Ironman de Regensburg. Mi fallo, ahora lo es, fue apuntarme aprovechando una oferta para los triatletas andaluces, la cual no tiene posibilidad de reembolso.
A fecha de hoy, es casi imposible pensar en hacer el Ironman, después de llevar de los últimos 5 meses y medio, solo uno y medio de entreno, y sin saber cuando voy a poder comenzar de nuevo.
Además el entreno para un Ironman requiere mucha carga, y cuando pueda entrenar... lo tendré que hacer paulatinamente, y aún quedando 5 meses y 20 días contando desde hoy, no creo que me de tiempo.
Me voy a parar hasta el mes de marzo para pedir la devolución del dinero de la inscripción, que es en un 75% hasta el 10 de marzo aproximadamente, y el de Marbella me lo tomaré como la posibilidad de ver a nuestro único triatleta de larga distancia, Vila, y recogeré los regalos que me dan con la inscripción.
Los motivos están mas que justificados, no se puede hacer nada mas que esperar hasta la recuperación. No voy a pensar en tiempo, solo en que cuando pueda, volveré a entrenar.
Hay otra cosa que tampoco está muy clara. Cuando se cambió la fecha de la marcha a Santa Amalia, no se tuvo en cuenta las salidas de al Peña Cicloturista Montillana, de la cual también formo parte además de todos los que vamos.
El día que se puso para que yo pudiera ir coincide con una marcha a Vélez Málaga de la peña, por lo que en principio, la marcha a Santa Amalia vuelve a la fecha inicial, el 2 de abril, que es cuando no puedo ir. De todas formas ha surgido otra cosa, y es que en la fecha que se va a Vélez Málaga hay una marcha de MTB muy conocida, y no se podrían unir a nosotros una peña de Vélez Málaga con la que probablemente se haya quedado ese día, por lo que existe una posibilidad remota de que se cambie la fecha y pueda quedarse la de Santa Amalia en la que yo podía ir. Vamos, un buen lío... a ver si por lo menos puedo disfrutar de algo este año...